La propiedad perteneció a la familia Pasquier hasta
1848, cuando fue adquirida por Guillermo II de los Países Bajos (Rey de los
Países Bajos y Gran Duque de Luxemburgo), para disponer de una residencia en
territorio luxemburgués.
En 1891, un año después de la separación del Gran
Ducado de Luxemburgo, Adolfo I de Luxemburgo compró el castillo a la Familia Real
de los Países Bajos.
El antiguo castillo fue demolido en 1906 por Guillermo
IV de Luxemburgo, quien mandó a construir el actual, bajo proyecto de los
arquitectos Max Ostenrieder y Pierre Funck-Eydt. Las obras se llevaron a cabo
entre 1907 y 1911.
Tras la II Guerra Mundial, se realizó una profunda
remodelación que se culminó en 1964, con motivo de la entronización de Juan I
de Luxemburgo. Actualmente, es la residencia del Gran Duque Enrique I y de su
familia.
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