lunes, 28 de marzo de 2016

Castillo de Belvédère

El Castillo de Belvédère es una de las Residencias Reales de Bélgica y se sitúa en el área de Laeken (Bruselas).

El castillo fue mandado a construir en 1788 por Édouard de Walckiers, Receptor General y Asesor de Finanzas de los Países Bajos austríacos, bajo proyecto del arquitecto Antoine Payen l’Aîné, inspirado en la Villa Capra de Vicenza.

A su fallecimiento, el castillo fue vendido por sus herederos a Jean-Baptiste Cartinel y en 1854 fue adquirido por François-Philippe de Haussy, Ministro de Justicia y primer Gobernador del Banco Nacional de Bélgica, el cual amplia la edificación y construye la cúpula que caracteriza al castillo.

El 29 de octubre de 1867, el Castillo de Belvédère fue comprado por quinientos mil francos de oro por el Rey Leopoldo II, pasando a ser residencia de diferentes miembros de la Familia Real Belga, como su hija menor, la Princesa Clementina. En 1958 sirvió como sede de la administración responsable de la Exposición Universal de Bruselas 1958.

En 1959, tras su matrimonio, se convirtió en la residencia de los Príncipes Alberto y Paola, naciendo allí sus tres hijos: Felipe I de Bélgica, Astrid de Bélgica y Lorenzo de Bélgica. En 1993, el ya convertido Rey Alberto II permaneció en Belvédère como su residencia privada, mientras el Palacio Real de Bruselas y el Palacio de Laeken acogían las recepciones oficiales.

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