La Real Orden de las Damas Nobles
de la Reina María Luisa es una orden de damas establecida el 21 de abril de
1792 por Carlos IV, Rey de España, a instancias de su esposa María Luisa de
Parma y de Don José de Villugera y Núñez, con el fin de que la Reina
recompensara a las damas nobles que se
distinguieran por sus servicios, prendas o cualidades.
La Reina María Luisa puso la
Orden bajo el patrocinio de San Fernando (Rey de Castilla y de León) y de San
Luis (Rey de Francia) y, en sus respectivas festividades, la Reina recibía a
las Damas en capítulo particular.
Los estatutos de la Orden fueron
aprobados por la Reina María Luisa el 15 de marzo de 1794, encomendado la
administración a un Ministro Secretario, dependiente de la Primera Secretaría
de Estado, bajo el Maestrazgo de la Reina. Los sucesivos monarcas también
delegaron el gobierno de la Orden a sus esposas, con la excepción lógica del
reinado de Isabel II. Por este motivo, la actual Gran Maestre es la Reina
Letizia de facto, aunque formalmente no ha recibido la insignia.
El artículo 2 de los estatutos describe la insignia: una banda de seda y algodón, blanca en el centro y con fajas exteriores moradas. De
ella pende una cruz de ocho puntas de oro y esmaltes; en su centro, un óvalo
con la imagen de San Fernando, de cuerpo entero, armado, coronado y con manto,
propio de su regia condición, y portando una espada en su mano derecha,
mientras que la izquierda sostiene el orbe real; toda la figura del
Monarca Santo aparece con sus colores naturales y nimbado de rayos de oro. El
exergo del óvalo central y los bordes de los brazos de la cruz son de esmalte
morado y el interior de los dichos brazos, de esmalte blanco. En los espacios
entre los brazos de la cruz, dos leones y dos castillos contrapuestos, unidos
entre sí por una pequeña cadena. En el reverso, la cifra de María Luisa
y, rodeándola, la leyenda “Real Orden de la Reyna María Luisa”.
Las últimas Damas recibidas en la
Orden son: la Infanta Alicia de Borbón-Parma en 1935, la Infanta Pilar de
Borbón en 1954, la Infanta Margarita de Borbón en 1957 y la Reina Sofía en
1962.
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